TRABAJO DOMÉSTICO
Servicio sobre las Condiciones de Trabajo y del Empleo – Hacia un trabajo decente para las/los trabajadoras/os domésticas/os.-
«Mi familia también me necesita»
Protección de la maternidad y medidas de conciliación entre trabajo
y vida familiar para las trabajadoras y los trabajadores domésticos
En un informe preparada por Laura Addati (especialista en protección de la maternidad y conciliación entre trabajo y vida familiar, TRAVAIL) y Lindsay Tina Cheong (consultora, OIT), publicado por la OIT, va delineando las características del padecimiento del trabajador al tener que dejar su trabajo por motivo de la maternidad.- Aquí alguna de las conclusiones del trabajo.-
Promover una igualdad de género efectiva La realización de la igualdad de género debería estar en el centro de todas las políticas sociales, y también de las leyes y medidas que tienen por objeto promover el trabajo decente para los trabajadores domésticos. Esto
es sumamente importante por lo que se refiere a los servicios domésticos y de cuidados, ya que la mayoría de las personas que los suministran, ya sean remuneradas o no, son mujeres. Ahora bien, los propios trabajadores domésticos que prestan cuidados, y sus familias, también se ven confrontados a menudo con un déficit de servicios de cuidados. El acceso a condiciones de trabajo decentes para todos los trabajadores domésticos, con inclusión de una protección integral de la maternidad y de medidas para armonizar el trabajo y la vida familiar, no sólo es esencial para tener debidamente en cuenta la dimensión de género del trabajo doméstico y proteger los derechos de los trabajadores domésticos a criar adecuadamente a sus hijos, sino que constituye también un factor esencial de las políticas integradas que se necesitan para satisfacer las necesidades de sus empleadores en cuanto a su actividad laboral y su vida familiar.
Formular leyes y políticas incluyentes La protección de la maternidad y los servicios de
cuidados para los padres de familia que trabajan son derechos humanos fundamentales reconocidos en todos los tratados universales sobre derechos humanos. En la Constitución de la OIT se establece que «proteger a la infancia y a la maternidad» (artículo III, apartado h)) es uno de los principales objetivos y propósitos de la OIT. Por consiguiente, los derechos de los trabajadores domésticos en cuanto a la protección de la maternidad y
a la conciliación entre vida laboral y vida familiar deberían plasmarse claramente en las leyes y políticas laborales, de tal manera que aseguren para dichos trabajadores una protección no menos favorable que la que ampara a los trabajadores en general. Se debería prestar atención particular a la situación de las trabajadoras domésticas migrantes. Asimismo, los gobiernos deberían velar por que se disponga de mecanismos adecuados para prevenir y corregir las situaciones de incumplimiento.
Brindar una protección social amplia basada en el principio de solidaridad Los trabajadores domésticos se cuentan entre los trabajadores más vulnerables del mundo. La protección
de la salud materna es uno de los cauces de acción que se persiguen para resolver los problemas de salud mundiales, reducir la mortalidad materna e infantil y mantener una fuerza de trabajo saludable, tal como se establece en la Declaración sobre los Objetivos de Ayudar a los más vulnerables gracias a los servicios de cuidado infantil En 2006, Chile inauguró el sistema de protección integral a la infancia denominado «Chile crece contigo», que ofrece diversas prestaciones gratuitas para el cuidado infantil al sector más vulnerable de la población. El programa atiende a los niños menores de dos años cuyas madres trabajen o busquen empleo. En 2009, se inauguraron alrededor de 3.500 salas cuna públicas y gratuitas que atienden a cerca de 70.000 lactantes (OIT y PNUD, 2009). En México, el programa federal denominado Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras ofrece servicios de guardería para niños de uno a cuatro años a los hogares cuyo ingreso mensual es igual o inferior a seis salarios mínimos, así como ayuda financiera para la creación de guarderías. En 2009, el programa tuvo un costo inferior al 0,01 por ciento del PIB, atendió a 261.728 niños (en 8.923 centros) y generó alrededor de 45.000 empleos remunerados para proveedores y auxiliares de cuidado infantil. Los centros están
abiertos un mínimo de ocho horas al día, cinco días por semana (OIT, 2011e).
En la India, el programa Servicios Integrados para el Desarrollo del Niño (ICDS) proporciona apoyo nutricional y atención médica a las madres embarazadas y las lactantes, así como educación preescolar a los niños menores de seis años a través de una amplia red de centros de enseñanza preescolar denominados anganwadis (OIT, 2011e).14 Servicio sobre las Condiciones de Trabajo y del Empleo – Hacia un trabajo decente para las/los trabajadoras/os domésticas/os Desarrollo del Milenio. Asegurar que las trabajadoras domésticas y sus hijos tengan acceso a cuidados prenatales, cuidados de parto y cuidados posnatales de calidad, así como a prestaciones de maternidad en efectivo de una cuantía adecuada y financiadas por la seguridad social o fondos públicos, debería ser una prioridad. El principio de solidaridad en la financiación de las prestaciones de maternidad es esencial para promover la no discriminación en el trabajo, ya que se evita así que los empleadores tengan que sufragar directamente el costo de la protección de la maternidad.
El establecimiento de pisos nacionales de protección social, que incluyan prestaciones y servicios sanitarios de maternidad, es un medio importante para atender a los más vulnerables.
Arraigar una cultura preventiva en materia de seguridad y salud en los hogares Los gobiernos, los empleadores y los trabajadores deberían participar activamente en la creación de un entorno laboral seguro y saludable para todos los trabajadores domésticos, dando máxima prioridad al principio de prevención. El diálogo social a nivel legislativo y normativo es capital para afianzar un sistema de derechos, responsabilidades y deberes bien definidos.
En el lugar de trabajo, los empleadores y los trabajadores, incluidas las mujeres embarazadas y las que amamantan a sus hijos, deberían aunar fuerzas en todas las etapas para desarrollar conjuntamente una cultura de prevención en los hogares privados, establecer normas y procedimientos, e impulsar iniciativas de información y sensibilización.
Crear servicios de cuidados asequibles y de calidad para todos los trabajadores En vista de la creciente necesidad de servicios de cuidados en todo el mundo, los trabajadores domésticos, al igual que los demás trabajadores, merecen disponer de opciones reales que les ayuden a solventar los conflictos entre su actividad laboral y sus responsabilidades familiares. Un aumento de la oferta de servicios sociales de cuidados pertinentes y viables, capaces de responder a las necesidades de los más vulnerables, es esencial. Diversas investigaciones muestran que cuando los servicios de cuidado infantil están diseñados en función de las necesidades de los padres de familia que trabajan, y se articulan en un marco de colaboración que cuenta con la participación de los gobiernos locales, las instituciones de seguridad social, los empleadores, los sindicatos, las ONG y los padres que trabajan, sus beneficios son enormes para las familias, la sociedad y la economía (Hein y Cassirer, 2010).
Papel de los mandantes de la OIT
Los gobiernos deberían establecer y aplicar un marco de políticas incluyente, y forjar un clima propicio para el diálogo social sobre la protección de la maternidad y las medidas de conciliación entre trabajo y vida familiar para los trabajadores domésticos. Como se indica en el Convenio núm. 156, en la elaboración y aplicación de estas medidas incumbe un papel fundamental a las organizaciones de los empleadores y de los trabajadores. La participación de los representantes de esta categoría de trabajadores y de los representantes de sus empleadores ayudaría a fortalecer este proceso y aumentaría la probabilidad de hacer realidad el trabajo decente para todos las trabajadoras y los trabajadores domésticos.
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